La Ley General de Educación tiene como principios la integración, la inclusión y la no discriminación. En este sentido el sistema escolar deberá propender a eliminar toda forma de exclusión que dificulte el aprendizaje y la participación de todos los estudiantes. De esta forma, el déficit atencional no puede ser considerado una barrera para acceder a una educación de calidad.
Todos los niños, niñas y jóvenes presentan en algún momento de su desarrollo dificultades de atención, concentración o problemas para controlar su conducta. Estas situaciones, en algunos casos pueden llegar a generar necesidades educativas especiales. Para enfrentar este desafío, los establecimientos deben estar preparados, y entregar una atención educativa de calidad que resguarde el acceso y la permanencia de los estudiantes.
Fuente: Superintendencia de Educación